Si buscás la palabra «leche» en el diccionario, vas a encontrar dos acepciones del término. La primera seguramente te resulte más familiar: «líquido blanco que segregan las mamas de las hembras de los mamíferos para alimento de sus crías». Pero existe una definición alternativa: «Jugo blanco obtenido de algunas plantas, frutos o semillas».
Lo cierto es que, mientras los lácteos tradicionales son cada vez más cuestionados, las leches vegetales ganan terreno. Ricas, versátiles, saludables y fáciles de preparar en casa, entre las más comunes están las de soja, coco y almendras, pero también hay de arroz, cebada, avena, sésamo y avellanas, entre otros ingredientes. Se consiguen en dietéticas, almacenes naturales y deliveries o restaurantes veggie.
Las podés tomar solas (endulzadas con azúcar mascabo, stevia, dátiles o miel de caña), saborizadas (con cacao, algarroba, coco, canela, esencia de vainillas), enriquecida con “superalimentos” como maca o espirulina, o bien usarlas como ingredientes de licuados, tortas, granolas, infusiones y hasta tragos.
¿Querés saber cuáles son sus beneficios y dónde probarlas? Enterate en esta nota.
me gusta esta idea de ustedes gracias