¿Hasta qué punto somos libres de decidir qué comen nuestros hijos? El interrogante, enmarcado en el eterno debate sobre los alcances y limitaciones de las libertades individuales, es el eje del filme Rawer (“más crudo”), secuela de Raw, ambos dirigidos por la holandesa Anneloek Sollart. La película, recientemente estrenada en el festival español de cine y gastronomía Film&Cook, retoma la historia de Francis Kenter, una estricta crudivegana a quien los servicios sociales de su país acusan de negligencia y amenazan con sacarle la custodia de su hijo adolescente por, entre otras cosas, privarlo de una nutrición más completa y equilibrada.
¿Quién determina qué tipo de alimentación es saludable y cuál no? ¿Qué situaciones ameritan una intervención estatal? ¿Es más nociva una dieta basada en frutas y verduras crudas que una excedida en comida chatarra, grasas y azúcar?
El caso deja picando estas y otras preguntas difíciles de responder. Si bien el documental aborda un hecho extremo (según expertos, el joven padece un déficit nutricional que se traduce en problemas de crecimiento), la historia de Francis y Tom dispara múltiples debates e invita a cuestionarnos algunos paradigmas sobre los hábitos que inculcamos a nuestros hijos y los ingredientes que servimos en sus platos.
Mirá el tráiler de Rawer.
Más info en este post del blog El Comidista y en esta nota del diario El País.
¿Qué opinás sobre este caso? ¿Estarías de acuerdo con que le sacaran la tenencia del hijo?
Me parece que mas allá de la altura o no del chico se nota que no es sano. Así como está mal mantener a tus hijos a base de comida chatarra está mal que tu hijo de 15 años parezca una niñita de 9 . Ni indicios de adolescencia tiene el chico ese.