Luis Scola la rompe adentro y afuera de la cancha. La estrella del básquet nacional, conocido como “Ironman” por su resistencia física —es uno de los jugadores con menos ausencias en la NBA—, atribuye esa fortaleza, en gran medida, a sus hábitos saludables a la hora de comer. Hábitos que le despertaron, a su vez, una inquietud socioambiental y lo llevaron a convertirse poco menos que en militante de la causa de la alimentación consciente.
En una reciente nota publicada por La Nación, el crack de Indiana Pacers y de la selección argentina contó cómo surgió su interés por estas cuestiones: “Por culpa de una lesión y una mala racha física, empecé a interiorizarme en otras formas de alimentarme y me di cuenta de que había muchas cosas que no sabía sobre la comida. Aprender eso me hizo tomar decisiones más inteligentes”, sostuvo.
A través de su cuenta de Twitter (@LScola4), suele compartir con sus 374 mil seguidores diversas noticias, links y publicaciones que cuestionan el sistema de producción de alimentos predominante y proponen alternativas más naturales y sustentables. Por ejemplo, recientemente recomendó los documentales GMO OMG, Los vecinos de la soja, Food Inc., Forks Over Knives, Fed Up, Food Matters y Sugar v. Fat.
Tremendo el documental GMO OMG acerca de alimentos geneticamente alterados, Monsanto, soja, etc.
Está en Netflix.
Ojalá tomemos conciencia.
— Luis Scola (@LScola4) febrero 26, 2015
Acá, otras de las definiciones de Scola en La Nación, que reflejan su compromiso con la temática:
- “Empezó todo para tratar de jugar mejor y estar en buena forma, pero después me fui interiorizando en el tema y descubrí un montón de aristas importantes sobre la alimentación, como la ética detrás de la producción de comida y la salud a nivel general en esta ola de productos genéticamente modificados.”
- “La gente tiene que empezar a preocuparse por saber qué es lo que ponen en su plato y qué llevan a su estómago. La gente tiene derecho a saberlo. Tenemos derecho a exigir también que lo que se produzca se haga con ética y con moral.”
No queda claro aquello de «menos pensado»:
Por qué no habría de interesarse un deportista por la alimentación -además de saludable- consciente del entorno?
Saludos!