Un hogar a leña. Un muñeco de nieve. El gorro de lana, la bufanda y los guantes. Si jugamos a enumerar, sin repetir ni soplar, las imágenes estereotípicas de la estación fría, estas serán de las primeras en venirnos a la mente. Y con ellas, otra postal invernal que, mientras el calentamiento global no nos deje sin temperaturas bajo cero, seguirá gozando de plena vigencia: la de un contundente plato de sopa humeante y reparadora.

Por estos días, la patria sopera arremete —cucharón en mano— con propuestas tan tentadoras como originales. No es novedad que el plato, en sus múltiples variantes, atraviesa una suerte de revalorización culinaria, que conjuga la impronta casera de las recetas de la abuela con los toques personales y creativos de la gastronomía gourmet. La sopa hace tiempo que dejó de ser aburrida y rutinaria (rasgos que la condenaron a convertirse en metáfora de la repetición tediosa) y hoy se afianza como un recurso fértil para la experimentación y la innovación.

Claro que hay sopas y sopas. Y como en casi todo, el resultado suele ser directamente proporcional al tiempo y la energía invertidos. Así, en el rango más bajo del escalafón, podemos obtener en pocos minutos una sopa express “de sobre”: sodio en polvo con bastantes químicos y sabores de laboratorio. Con algo más de esmero, la bandeja o bolsita de vegetales cortados que ofrece cualquier verdulería asoma como una opción intermedia, aunque muchas veces no alcanza para escapar a la tentación del cubito mágico y a su carga de artificios industriales.

Mejor, entonces, animarse a las propuestas naturales y —aunque algunas más calóricas que otras— saludables, idealmente combinando verduras, legumbres, cereales y semillas.

Acá compartimos algunas de las ideas más tentadoras que descubrimos últimamente:

-Natalia y Juan Pablo, la pareja foodie detrás del blog Cómo/Como (la misma que prepara el mejor salmón gravlax que se consigue en Buenos Aires), eligió para subir la sensación térmica corporal una tradicional e infalible sopa de choclos. El secreto, dicen, está en saltearlos con manteca y un poco de cebolla después de hervirlos.

-Los amigos de Green Vivant —la completísima guía online del bon vivant saludable—, siempre atentos a las últimas novedades y tendencias en la materia, postearon esta sopa de lentejas by Mana Le Calvet, la foodblogger de Dos Cucharadas. Mana también se luce con su versión  de soupe à l’oignon.

-Las lentejas son uno de los ingredientes que mejor les sientan a los platos de cuchara. Otra muestra nos llega vía Cukmi, donde encontramos esta sopa ahumada que lleva, además, tomate, aceitunas, ajo y paprika. Lleva la firma de Clare, del blog ClareCooks, especializado en recetas sin gluten.

-La calabaza es otro de los productos fetiche del nuevo recetario sopero. Pedro Lambertini, el mediático y joven chef referente de la movida orgánica, la combina deliciosamente con queso azul y jengibre. De la sección de recetas semanales de su Facebook también nos tentó la de miso, brócoli, arvejas, tofu y fideos de arroz.

-Por su parte, Camila Jurado (autora de cómo.come.cami y colaboradora de Green Vivant) fusiona en la olla lentejas, calabaza, quínoa y hongos. Y Mercedes Monti, de El tenedor rosa, nos deleita con la sopita de arvejas y almendras que ilustra este post.

¿Con fiaca para cocinar? ¿Con ganas de salir a comer afuera y pedirte una sopa? Como cada invierno, en Planeta Joy eligieron las más interesantes de los restaurantes porteños. Si el mediodía te encuentra en la zona del Bajo porteño, no te pierdas la carta sopera de Bonjour Natural Bar (alternativas veganas disponibles). Y si andás por Belgrano, en Mooi celebran la “Semana de la sopa”. Empezaron hoy lunes con una de zanahoria y calabaza.

¿Cuál de estas propuestas te gustó más? ¿Cuál es tu sopa de cabecera? 

 

Fotos: eltenedorrosa.blogspot.com.ar / www.como-como.com.ar