El proyecto, diseñado por Pablo Andreau —un joven correntino que se inspiró en espacios similares que funcionan con éxito en otros países—, se presentó recientemente en la Casa de Gobierno provincial y cuenta con el apoyo de distintas organizaciones locales.
La vedette serán los árboles de diversas especies que abastecerán de frutas frescas, orgánicas y gratuitas a los visitantes. Habrá desde cítricos hasta bananas, pasando por duraznos, peras, arándanos, granadas y nueces. Además, la luz nocturna provendrá de paneles solares y el predio dispondrá de una tecnología de riego para reutilizar el agua de lluvia.
La idea, cuentan sus impulsores, es instalar un centro educativo que brinde información sobre energías renovables, alimentación saludable y reciclado de residuos, entre otros temas que hacen al bienestar y al compromiso con el medio ambiente.
Enterate más en esta nota del diario El Litoral.