Cuando hace poco asomaron en los medios masivos a través de distintas notas, se los caracterizó (¿caricaturizó?) poco menos que como una tribu de delirantes, extremistas, hippies y vagos. La tele los presentó apelando, cuándo no, al estereotipo reduccionista: cualquier espectador desprevenido hubiera visto en ellos una curiosidad bizarra más de esas a las que el gran circo mediático nos tiene acostumbrados. Pero parece que los adeptos a la filosofía freegan no estaban tan locos, ya su prédica anti-desechos está inspirando diversas propuestas y experiencias “gastronómicamente responsables” alrededor del mundo.
Para empezar, el lema de este año del Día Mundial del Medio Ambiente tuvo que ver con reducir los desperdicios de alimentos, uno de los preceptos básicos de esta corriente. Más tarde nos enteramos de que las autoridades de Grecia, en medio de la crisis que aún golpea a ese país, autorizaban la venta de ciertos productos vencidos a precios más bajos que los de mercado (avivando el debate sobre la seguridad alimentaria, la caducidad de los alimentos y los riesgos de su consumo más allá del día o mes que figura como límite en los envases).
Ahora, en Dinamarca —terreno fértil para ideas afines a la sustentabilidad—, un restaurante cocina con ingredientes que descartan los supermercados, recuperándolos justo sobre el filo de su fecha de su caducidad, antes de que sean tirados a la basura.
Mientras tanto, en Boston abrirá sus puertas el año próximo un súper que «rescatará» mercadería vencida pero todavía apta para su consumo, y la venderá a valores promocionales. Una iniciativa que ya despierta polémica en Estados Unidos.
Para saber más sobre estos proyectos, entrá a esta nota.
¿Consumirías en alguno de estos lugares? ¿Qué opinás sobre el tema?
ya pensaron algún post sobre donde se compran alimentos saludables en lugares de vacaciones?