Martiniano Molina no para. Inquieto y polifacético, conserva el entusiasmo de sus tiempos de altísima exposición mediática. Solo que ahora los proyectos que (sobre)cargan su agenda tienen un denominador común: están alineados a su prédica sustentable. Esa que lo llevó a atravesar las fronteras de la gastronomía e incursionar en otros ámbitos afines al ideario verde: pedagogías alternativas, energías renovables y consumo responsable son algunas causas que lo cuentan como abanderado.
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